¿Cómo se justifica la experiencia internacional en contratos públicos nacionales?

Uf, justificar la experiencia internacional en contratos públicos nacionales… suena a dolor de cabeza, ¿no? Pero bueno, si le das la vuelta, puede ser tu as bajo la manga. O sea, tener currículum en otros países no solo es cool, también demuestra que tu empresa sabe moverse en diferentes terrenos, con reglas que cambian más que las modas en Instagram.

Ahora, entrarle al tema de las licitaciones públicas no es cualquier cosa. Hay más reglas que en un partido de fútbol (y ni hablar de los árbitros). Lo bueno es que en varios países sí te dejan meter tu experiencia internacional como parte de los puntos para evaluar si eres apto o no. La Unión Europea, por ejemplo, tiene esa Directiva 2014/24/UE (sí, suena a nave espacial, pero existe), que te deja sumar experiencia internacional a tu hoja de vida empresarial.

¿Y cómo le haces para que te la crean? Pues tienes que mostrar pruebas, claro. Saca esos contratos viejos, facturas, cartas de aceptación, lo que tengas a mano que demuestre que cumpliste con lo que te tocaba. Eso sí, ojo con el idioma: todo tiene que estar traducido como Dios manda al idioma del país donde vas a concursar. Y no te olvides de explicar por qué esos contratos tienen algo que ver con la licitación que te interesa. No es solo juntar papeles porque sí.

Pero tampoco te quedes en lo básico. Si tu experiencia afuera te hizo más pro, dilo. ¿Aprendiste algo nuevo? ¿Mejoraste procesos? ¿Ahora puedes trabajar hasta con marcianos si hace falta? Todo eso suma. No es solo que estuviste en otro país, es que volviste mejor.

A veces te vas a topar con trabas. Hay contratos que ni cómo compararlos porque las reglas allá y acá no tienen nada que ver. O capaz te ven raro por ser extranjero. Si eso pasa, búscate un asesor en contratación pública o un abogado que sepa del tema. Mejor ir a lo seguro.

En fin, justificar la experiencia internacional es como preparar un buen currículum: lleva tiempo, hay que hacerlo con cuidado, pero si lo armas bien, te puede abrir muchas puertas. Y sí, puede ser justo lo que te ponga por delante de la competencia. Así que, a perderle el miedo y a lucir esos logros internacionales.