¿Qué requisitos debe tener una oferta técnica para ser válida?
Vale, aquí va una versión con un poco más de chispa y menos rollo de manual:
Una oferta técnica que realmente vale en una licitación pública no es solo un montón de papeles bien ordenados, es básicamente el currículum con esteroides de la empresa. Si quieres que te tomen en serio, tienes que demostrar que sabes de lo que hablas y que puedes hacer el trabajo sin dramas. Y sí, cada país pone sus propias reglas, pero hay cosas que siempre te van a pedir, no importa dónde estés.
Primero que nada, la oferta tiene que estar al tiro, completita y sin huecos. Nada de “luego te paso eso”. Aquí toca detallar paso a paso cómo vas a sacar adelante el proyecto, qué materiales vas a usar, qué máquinas necesitas, y hasta el cronograma con fechas claras (y que no sean de ciencia ficción, por favor). También tienes que presumir un poco: mete tus certificaciones, muestra trabajos previos que demuestren que no eres un novato, y di quién está en tu equipo, especialmente si tienes gente con experiencia de verdad.
Otra cosa: tu propuesta tiene que tener sentido para el proyecto. O sea, no se vale copiar y pegar lo mismo que usaste en otra licitación y cambiarle el nombre. Tienes que dejar claro que entiendes de qué va la cosa, que sabes qué retos pueden salir y ya tienes un plan para cuando todo se complique (porque siempre pasa algo, ¿no?).
Y ojo, ser competitivo no es solo tirar el precio al piso. Es más bien mostrar que das calidad y que el gobierno no se va a arrepentir de haberte contratado. Tienes que convencerlos de que contigo ganan todos: tú, ellos, y hasta el que pasa por la calle.
La neta, hacer una oferta técnica es como venderte en una entrevista de trabajo, pero en versión empresarial. Así que olvídate de la modestia y resalta todo lo bueno que tienes. Eso sí, revisa bien la ley, porque hay países donde te piden que firme el jefe máximo, o que metas una garantía para que vean que vas en serio.
En resumen, si tu oferta técnica no está completa, detallada, personalizada, competitiva y legalmente en regla, mejor ni la entregues. Y si de verdad quieres ganar, échale ganas y no la hagas a la carrera. Porque aquí, el que se duerme, pierde.