¿Cuál es el plazo para presentar una oferta?
Bueno, el tema de los plazos para presentar ofertas en una licitación pública… vaya que puede ser un dolor de cabeza si no le pones atención. No hay una regla mágica que funcione para todos lados; todo depende del país, de qué tan enredado sea el contrato y, claro, del humor de la entidad que organiza la licitación.
Normalmente, la entidad que lanza la licitación te dice clarito hasta cuándo tienes chance. A veces son solo unas semanas, otras veces te dan un par de meses, pero ojo: no confíes en que siempre será igual. Hay que leerse los documentos con lupa, porque el diablo está en los detalles, y perder una fecha por despistado… bueno, ya te imaginarás, quedas fuera sin piedad.
Por ejemplo, en la Unión Europea, los genios de la burocracia suelen dar como mínimo 35 días para presentar ofertas en licitaciones abiertas —aunque si hay prisa (y justifican bien la urgencia), te lo pueden recortar a 15 días. En Estados Unidos, la cosa es un poco más vaga: la ley dice que el plazo tiene que ser “suficiente”, lo cual, francamente, suena a “te avisamos cuando veamos conveniente”. Nada de números mágicos.
Lo que sí es seguro: preparar una oferta decente toma su tiempo. No es solo juntar papeles y listo; hay que investigar el mercado, armar bien la parte técnica, cuadrar los números, y a veces conseguir avales o seguros. O sea, si piensas dejar todo para el último minuto, mejor ni te metas. Apenas salga la licitación, ponte las pilas.
Y no me canso de repetirlo: si te pasas de la fecha, perdiste. Las entidades ni siquiera te miran si llegas tarde, por más que llores o supliques. Son muy tajantes con eso. Así que, nada de confiarse; hay que tener todo listo antes de la hora límite para no quedarse afuera como un novato.
En resumen: el plazo varía, depende del lugar y del tipo de contrato. Lee bien los documentos, no te duermas, y entrega todo a tiempo. Si no, ya sabes, no hay segunda vuelta.