¿Qué sanciones aplican por falsear documentación?
Meter mano a los papeles en una licitación pública, o sea, falsear documentación, es de las jugadas más arriesgadas (y tontas, la verdad) que puede hacer una empresa. Hablamos de algo gordo, no una travesura de oficina: si te pillan, te pueden caer multas de órdago, quedarte fuera de futuras licitaciones durante años, e incluso, sí, acabar con huesos en la cárcel si la cosa va de fraude serio.
¿Y cómo se falsea exactamente? Mira, hay mil maneras — desde inventarse balances financieros, hasta meter referencias de obras fantasma o trucar certificados que supuestamente prueban que cumples con leyes laborales o ambientales. Básicamente, cualquier intento de colar gato por liebre en los papeles oficiales. Y ojo, que esto no solo es ilegal, sino que además revienta la confianza en el sistema y puede hacer que el dinero público acabe donde no debe. No mola nada.
Sobre las sanciones, pues depende mucho de dónde estés y de la gravedad de la metida de pata. Las multas pueden ser brutales, a veces te toca pagar varias veces el valor del contrato que te agenciaste haciendo trampas. Otras veces, ponen una suma fija pero bien dolorosa, para que se te quiten las ganas de volver a intentarlo. Y la exclusión de futuros concursos puede ser la ruina, sobre todo si tu negocio depende de contratos públicos. La broma puede durar años, créeme.
Y si piensas que solo multan a la empresa, pues no. Los que firman o impulsan la falsedad pueden acabar en el banquillo y, si la cosa es grave, hasta encarcelados. Especialmente si se demuestra que no fue un despiste, sino una estrategia calculada.
¿Un consejo de alguien curtido en estos temas? No te la juegues. La transparencia y la honestidad no solo son lo correcto, sino que te salvan de dolores de cabeza y problemas legales. Hoy en día, con toda la digitalización, es facilísimo que te pillen en un renuncio. Así que mejor céntrate en mejorar tu oferta y tu chamba, y gana los contratos limpiamente. Que al final, lo barato sale caro y las trampas casi siempre pasan factura.