¿Qué indicadores permiten medir el éxito en licitaciones?

Medir si te va bien o mal en las licitaciones públicas… vaya, no es nada sencillo. Hay mil cosas en juego y cada proceso es un mundo. Ahora, si de verdad quieres saber cómo te va, hay algunos indicadores que sí o sí tienes que mirar.

Primero, tu “tasa de éxito”. Básicamente: ¿cuántas licitaciones ganaste versus cuántas intentaste? No tiene mucha ciencia, pero sí te da una idea rápida de si tus propuestas están pegando o solo estás enviando PDFs por deporte.

Luego, ojo con el valor de las licitaciones que ganas. Porque, seamos honestos, no es lo mismo ganar veinte contratos chiquititos que uno solo pero millonario. A veces, una victoria grande te salva el año.

Otro tema: el tiempo que gastás en cada licitación. Si te la pasas semanas armando propuestas para después perderlas todas… algo raro está pasando. Capaz deberías filtrar mejor a cuáles te presentás, o cambiar la estrategia porque el tiempo es oro.

Y claro, la satisfacción del cliente. Esto suele ser un enigma porque a veces ni te dicen si quedaron contentos o no. Pero cuando recibís feedback, bueno o malo, mejor prestá atención. Eso te da pistas sobre cómo mejorar y no repetir errores de novato.

No te olvides de la eficiencia del proceso. ¿Cuánto te tardás en armar cada propuesta? ¿Metés muchos errores tontos? ¿Te piden corregir las mismas cosas siempre? Si sí, ojo, ahí hay margen para pulir.

Obvio, estos no son los únicos indicadores del planeta, pero te salvan de andar a ciegas. En serio, cada empresa tiene que armar sus propios “KPIs” según lo que le importa y adónde quiere llegar. Y, por favor, no te duermas: revisá estos datos seguido y ajustá tu estrategia cuando veas que algo no anda.

Y, para cerrar, no te creas que el éxito es solo ganar contratos. A veces perder enseña más que ganar. Si sos capaz de analizar en qué fallaste, vas a tener más chances de pegarle la próxima vez. En el fondo, el éxito real es nunca dejar de aprender y mejorar, aunque suene a frase de motivación barata.