¿Qué pasa si el recurso se presenta fuera de plazo?
Mira, en el mundo de las licitaciones públicas, no cumplir con los plazos es como pegarse un tiro en el pie. O sea, si llegas tarde con un recurso, básicamente te quedas fuera de juego, sin importar lo bueno que sea tu argumento o lo injusto que parezca todo el asunto. Las reglas son duras, no hay margen para el drama ni para las excusas.
En España, la Ley 9/2017 lo deja clarísimo: tienes quince días hábiles para meter el recurso especial en materia de contratación. Ni un día más. Si te pasas, aunque sea por un despiste tonto, el tribunal o quien toque te lo va a tumbar por “extemporáneo” y ni se van a molestar en mirarlo. Y sí, duele, porque podrías estar perdiendo la única oportunidad de pelear una decisión que te parece de chiste.
Por eso, las empresas que quieren jugar en serio en las licitaciones tienen que estar al loro con los plazos. Nada de improvisar. Lo ideal es tener a alguien que sepa del tema, sistemas para controlar fechas y, si hace falta, formación para el equipo. O sea, que nadie diga “se me pasó” porque ahí sí que no hay vuelta atrás.
Así que, en resumen: si presentas el recurso tarde, date por fuera. Y todo por un calendario mal gestionado. No vale la pena arriesgarse y perder una oportunidad de oro con el sector público por una tontería así. Ponte las pilas con los plazos, en serio.