¿Cómo mejorar la competitividad de una pyme en licitación?
La verdad, si las pymes no se ponen las pilas con las licitaciones públicas, básicamente se están perdiendo un montón de oportunidades. No es solo cuestión de querer crecer, es que si no le entran al juego, otro se lleva el premio. Y aquí no hay fórmulas mágicas, pero sí varios truquitos y estrategias que, honestamente, marcan la diferencia.
Primero lo primero: hay que estar al tiro con toda la info. No sirve de nada querer participar si ni siquiera sabes qué piden o cuándo hay que entregar los papeles. Así que sí, toca estar pegado a los boletines, webs oficiales, y todas esas plataformas de licitaciones. Suena a lata, pero es lo que hay.
Luego, el tema de la propuesta… nada de hacer un copy-paste o mandar cualquier cosa. Hay que currársela. Si tu empresa no demuestra que puede con el contrato, que tiene experiencia y que, encima, ofrece buen precio, pues olvídalo. Eso sí, tampoco hay que llenarse de tecnicismos raros que nadie entiende. Mejor ir al grano y dejar clarito por qué eres el mejor postor.
Ahora, si la licitación es de las grandes, no te hagas el héroe. Armarse un buen consorcio o buscar aliados puede hacer la diferencia. Dos cabezas piensan mejor que una, y, además, sumas músculo para competir con los peces gordos. De paso, siempre se aprende algo de los socios.
¿Y qué más? Nunca está de más invertir en mejorar. Capacitar a la gente, pillar tecnología nueva, pulir procesos… todo eso suma puntos cuando te evalúan. No es solo por el contrato, es que así te vas haciendo mejor empresa, punto.
Ojo con lo legal, que aquí no hay atajos. Todo en regla: temas laborales, medio ambiente, seguridad, impuestos… Si te pillan en falta, te quedas fuera, así de simple.
Y si el tema de las licitaciones te da dolor de cabeza, contrata a alguien que sepa. Un asesor con experiencia puede salvarte la vida (y el contrato), porque sabe por dónde va el asunto y te guía en todo el proceso.
En fin, si las pymes quieren destacar en las licitaciones públicas, no basta con querer: hay que moverse, saber lo que se hace, rodearse de gente buena y no dormirse en los laureles. El que no arriesga, no gana.