¿Cómo anticiparse a futuras convocatorias?
Si quieres tener alguna oportunidad en esto de las licitaciones públicas, más vale que no te pille el toro. Hay que moverse antes de que salga la convocatoria, no después. Y no es magia, eh. Es cuestión de estar siempre ojo avizor, espiar el mercado y, claro, tener la casa en orden.
Primero: no puedes ir a ciegas. Toca vigilar a diario (sí, diario… no de vez en cuando) todas esas webs aburridas donde sale la info: el Boletín Oficial del Estado, el Diario Oficial de la UE, los portales de contratación… y hasta las webs cutres de los ayuntamientos. Muchas veces sueltan pistas con anuncios previos o esos planes anuales que nadie se lee pero luego te salvan la vida.
¿Y quedarse ahí? Fatal. Si puedes, haz migas con la gente que decide. No te digo que les lleves croissants (bueno, depende), pero sí que te enteres de qué van buscando, qué les duele y esas cosas. A veces te sueltan más de lo que crees.
Otra jugada clave: espía el mercado. Mira qué contratos han salido antes, quién se los ha llevado, qué tipo de cosas suelen pedir y, lo más importante, qué hace la competencia. Un poco stalker, sí, pero aquí vale todo.
Ahora, lo de dentro: olvídate de improvisar. Si no tienes equipo ni papeles ni nada preparado, cuando salga la licitación vas a ir de cabeza. Toca tener gente que sepa de esto, currarte las certificaciones y tener todo el papeleo listo para cuando toque enviarlo. Nada de buscar la fotocopia a última hora, que luego vienen los dramas.
Por si te va el rollo legal: el artículo 63 de la Ley de Contratos del Sector Público dice que tienen que publicar ese anuncio previo avisando de lo que quieren contratar durante el año. Un chivatazo, vamos. Si pasas de esto, allá tú.
Así que, en resumen, para pillar una licitación antes que nadie tienes que ser un poco espía, un poco relaciones públicas y tenerlo todo preparado en casa. No esperes a que te lo pidan, adelántate. Si no, prepárate para ver cómo otra empresa se lleva el contrato y tú te quedas mirando.